Área de Estudios Urbanos. Escuela de Arquitectura "Carlos Raúl Villanueva". Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Universidad Central de Venezuela.

DOCENTE: Hilda Torres Mier y Terán. Urbanista (Universidad Simón Bolívar, 1987). Profesora - Investigadora (Asociado) del Sector de Estudios Urbanos desde 1992, Escuela de Arquitectura "Carlos Raúl Villanueva", Facultad de Arquitectura y Urbanismo - FAU, Universidad Central de Venezuela - UCV. Especialista en Administración de Empresas, mención Gerencia de Proyectos (Universidad Simón Bolívar, 1990), Mg. Sc. en Planificación Urbana, mención Estructura y Economía Urbana (Instituto de Urbanismo, FAU, UCV, 2004). PhD - Doctora en Urbanismo (Instituto de Urbanismo, FAU. UCV, 2013).

martes, 11 de agosto de 2020

Covid-19. Coronavirus y ciudades. El caso de Caracas.

https://observatoriodeurbanismocaracas.wordpress.com/2020/03/21/covid-19-coronavirus-y-ciudades-el-caso-de-caracas/ 

Observatorio de Urbanismo – Caracas

Covid-19. Coronavirus y ciudades. El caso de Caracas.

El ataque del Covid-19, virus recién instalado para desmedro de la humanidad entera, viene lamentablemente avanzando a través de todos los continentes, particularmente de las  ciudades conectadas globalmente. Resalta que la transmisión o contagio inicia en las ciudades más globalizadas del planeta, por la actividad turística o de negocios internacionales, y en segunda etapa ahora se dispersa hacia las ciudades de los sub continentes menos desarrollados y probablemente menos conectados globalmente, pero con una muy alta tasa de riesgo de mayor mortalidad, dadas especialmente las condiciones sanitarias más deficientes, aún con el necesario apoyo de organismos internacionales, lo que está por verse.

Los efectos sanitarios del COVID-19, con una tasa de mortalidad relativamente baja en  comparación con otras endemias y pandemias, alarman sin embargo sobremanera, por el sufrimiento causado en cada familia y  comunidad afectada, y produce pánico generalizado de contagio, lo que ha llevado al establecimiento de políticas de aislamiento social o confinamiento casi total de la población en sus casas a nivel mundial, por períodos mayores a quince días incluso, paralizando la economía, afectando el empleo con proyecciones negativas indeseadas o efectos macroeconómicos nefastos que apenas  comienzan a estimarse, y distorsionando la vida personal y comunitaria en su casi totalidad. Los efectos del  confinamiento también traerán situaciones sanitarias, psicológicas y sociales que están por verse, sobre todo en los países con menos recursos que comienzan a verse afectados, y tendrán incluso consecuencias políticas, que ya se reflejan en una aparente competencia global por demostrar gobiernos fuertes y preparados ante la calamidad.

Ahora bien, las tasas de mortalidad de este virus no se han mostrado iguales en cada país o región. Las medidas de confinamiento han resultado aparentemente muy eficaces e indispensables, pero ellas han debido venir acompañadas de una infraestructura tecnológica y una estructura urbana que debemos destacar. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2020;  (https://www.who.int/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/situation-reports ), a la fecha de este escrito, se han contabilizado globalmente 234.073 personas infectadas y 9.840 decesos, con una tasa promedio de 4,2%. Mientras la tasa de mortalidad en la República China a la fecha es de 4,00% aproximadamente, en la nación surcoreana o República de Corea, esta tasa es de 1,08%. La misma es actualmente del 8,03% en Italia, al tiempo que resulta de 0,81% en Alemania. 

¿Cuál ha sido la diferencia en las políticas de cada país? Según el artículo de la BBC de Londres: (https://www.bbc.com/mundo/noticias-51838817) “Corea del Sur adelantó una campaña agresiva para combatir el virus. Puso todo su sistema de salud a disposición para diagnosticar

tempranamente la presencia del Covid-19 en los habitantes de zonas críticas del país. Un ejemplo de ello es que, a pesar de que EE.UU. y Corea del Sur anunciaron el mismo día el primer caso de coronavirus en sus respectivos países (20 de enero), hasta esta semana EE.UU. había examinado a 4.300 personas en su territorio. Corea del Sur, en cambio, hizo el test en 196.000. Ese método, aunque ha sido calificado de invasivo, ha logrado salvar vidas”.

La misma fuente de la BBC para el caso de Alemania (https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-51980118 ), reporta que el amplio alcance de los exámenes permitió también a este país identificar la epidemia desde una etapa muy temprana para trabajar sobre ella, así como la impresionante capacidad del Instituto Koch alemán, de realizar 160.000 exámenes de diagnóstico por semana.

La detección temprana es clave para la definición de las políticas de aislamiento de la población en riesgo, y parece ser también clave en el control de las estadísticas de la enfermedad, pero ella funciona con un capital humano, una infraestructura y equipamientos urbanos indispensables. La pandemia, así declarada por la OMS, parece mostrar un ciclo de aumento y declive de los contagios cuyo pico más alto ocurre alrededor del día 15 del primer contagio detectado, y el declive inicia aproximadamente a partir de entonces, dependiendo de las medidas de aislamiento y de detección temprana. Esto hace que los países afectados se encuentren en distintas etapas o momentos, con la posibilidad de aprender de los países afectados más tempranamente.

Según la OMS (2020) (https://www.who.int/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/situation-reports ) al 1 de marzo de 2020 en Venezuela se reportaron 36 casos de personas contagiadas desde el día 13 de marzo pasado (según información pública, hoy el número es de 70), con ningún deceso, situación similar a otros países de la región cronológicamente paralelos (en la República China por ejemplo los primeros casos parecen haberse detectado en diciembre de 2019, con lo cual se encuentra en otra etapa, aparentemente en declive del contagio del virus). Brasil presenta 428 casos y 4 decesos, con fecha de primer caso detectado en la última semana del mes de febrero de 2020.

Pero la situación sanitaria de Venezuela resulta grave en términos de migración de personal de la salud al exterior produciendo déficits en especialistas, particularmente en infectología según declaraciones de la Sociedad Venezolana de Infectología el desmantelamiento de equipos e infraestructura, clausura de servicios especializados en hospitales, e incluso cierre total de instalaciones hospitalarias, como es el caso de los hospitales caraqueños de referencia nacional e internacional J.M. de Los Ríos (infantil) y Periférico de Coche, inoperatividad casi total de los ambulatorios comunitarios de atención primaria denominados recientemente “Módulos Barrio Adentro” en comunidades populares, escasez de medicinas y material sanitario, escasez de combustible para el transporte automotor, desnutrición, inseguridad alimentaria y empobrecimiento del 80% de la población en los últimos 6 años (ACNUR, 2019 (https://www.ohchr.org/Documents/Countries/VE/A_HRC_41_18_SP.docx ), escasez de agua potable, fallas eléctricas constantes, a lo que se agrega falta de acceso a información pública confiable y transparente por limitaciones a la libertad de expresión y acciones políticas represivas contra denunciantes de la situación. Aunque el país posee los conocimientos científicos o técnicas de biología molecular para la detección de la COVID- 19, por ejemplo en el Instituto Nacional de Higiene de la Universidad Central de Venezuela, su trabajo se ve limitado por la falta de insumos para este fin y las estructuras hospitalarias, carentes de los insumos esenciales para el tratamiento, con menos de 70 camas de terapia intensiva operativas en el ámbito nacional.

La situación de la ciudad capital, Caracas, no escapa a estas notas generales, aunque la situación se torna incluso más gravemente acentuada en las ciudades del interior del país. La ayuda internacional que está en proceso de ser recibida en términos kits de detección del virus o insumos médicos mínimos como mascarillas, sueros, etc., sólo ayudará parcialmente a aliviar la situación.

 ¿Qué implicaciones urbanísticas derivan de toda esta situación? El abandono de la infraestructura y los equipamientos urbanos, especialmente los de carácter sanitario que también ha visto el país y nuestras ciudades en los últimos años resulta inaceptable. Se ponen especialmente a prueba en una situación tan excepcional como grave, pero muestran claramente que para mantener la debida calidad de vida urbana, como la productividad necesaria para la sostenibilidad de nuestras ciudades, tanto los equipamientos urbanos puntuales a todas las escalas de atención, como las grandes infraestructuras de redes de agua, electricidad y comunicaciones, son indispensables para la vida, mejor aún, con sistemas democráticos y transparentes.

 21 marzo, 2020

 Fuentes:

-  - OMS, 2020. Coronavirus disease 2019 (COVID-19) Situation Report – 60. Al 19 de marzo de 2020. En: https://www.who.int/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/situation-reports

         -  ACNUR, 2019 (https://www.ohchr.org/Documents/Countries/VE/A_HRC_41_18_SP.docx